Marinar el pollo: en un tazón mediano, mezcle la salsa de soya, el vino de arroz y la maicena hasta que la maicena se disuelva. Agregue el pollo y revuelva suavemente para cubrir. Dejar reposar a temperatura ambiente durante 10 minutos.
Prepare la salsa: en otro tazón, combine el vinagre negro, la salsa de soya, la salsa hoisin, el aceite de sésamo, el azúcar, la maicena y la pimienta de Sichuan. Revuelva hasta que el azúcar y la maicena se disuelvan y guarde
Es posible que deba encender el extractor de aire de su estufa, ya que freír los chiles secos a fuego alto puede humear un poco. Calienta un wok o una sartén grande a fuego alto hasta que una gota de agua chisporrotee y se evapore al contacto. Agregue el aceite de maní y revuelva para cubrir la base. Agregue los chiles y saltee por unos 30 segundos, o hasta que los chiles hayan comenzado a ennegrecerse y el aceite esté ligeramente fragante. Agregue el pollo y saltee hasta que ya no esté rosado, de 2 a 3 minutos.
Agregue las claras de cebolleta, el ajo y el jengibre y saltee durante unos 30 segundos. Vierta la salsa y mezcle para cubrir los otros ingredientes. Agregue los cacahuetes y cocine por otros 1 a 2 minutos. Transfiera a un plato para servir, espolvoree las hojas de cebolleta encima y sirva.